Nuevas tendencias en la fabricación de tiradores de cocina
La grandeza se aprecia en los pequeños detalles.
Probablemente no hay una frase que defina mejor la misión de los tiradores de muebles de cocina, ni más realista, por supuesto. Si ya estabas tras la pista, síguenos, que aún hay más.
Si eres de las personas que necesitan ver para creer, no te despistes ni un instante, porque te vamos a demostrar el potencial que los pequeños detalles tienen para dar la grandeza que buscan los clientes en sus cocinas y tú, serás quien consiga guiarlos hasta la meta.
Los tiradores y los muebles de cocina viven una historia de complicidad y complemento al alza desde que los primeros diseños comenzaron a rodar por los despachos de los pioneros en la decoración de interiores. Y, claro, el tiempo ha pasado y esa historia ha ido a más. A día de hoy, podría decirse que forman una suerte de pareja perfecta en la que cada uno ha sabido encontrar su propio terreno y ambos se reconocen, de mutuo acuerdo, ese famoso estribillo que dice: sin ti no soy nada.
Claro que el amor, en muchas ocasiones, es ciego y probablemente eso es lo que les ha pasado a los muebles de cocina que han descubierto la esencia, la importancia, el peso decorativo que desprenden los tiradores y se han entregado a su destino que no es exactamente un segundo plano pero casi.
Porque los tiradores de cocina pueden transformar, ellos solitos, un ambiente, un estilo, una cocina entera. Y no lo dicen los muebles, enamorados hasta las trancas de sus complementos, es un hecho que se puede comprobar echando un vistazo a las últimas tendencias en pasadas temporadas.
¿Tal es el poderío de los tiradores de cocina? Tal es, ciertamente y eso lo saben bien los fabricantes de herrajes decorativos y sus clientes que solo elegirán a aquellos que les proporcionen la variedad suficiente entre clásicos, tendencias y vanguardias, como para cubrir las necesidades de los consumidores más exigentes.
¿Y cuáles son las últimas tendencias? Esas que los fabricantes de herrajes decorativos están mostrando a sus clientes y que tienen el poder de transformar la atmósfera de una cocina en su totalidad, así, con un toque de textura, color o diseño o, sencillamente, desapareciendo. Sí, desapareciendo, porque una de las tendencias para esta tercera década del siglo veinte son los tiradores de cocina ocultos, integrados en cada uno de los muebles, dando ese toque de amplitud, pulcritud y funcionalidad que tan solicitado está entre los clientes más modernos y audaces.
Y en esa misma línea de pulcritud y sencillez casi, casi, zen, encontramos otra propuesta de temporada que está causando furor y extendiéndose como la pólvora gracias a los catálogos de fabricantes de herrajes decorativos y de las más prestigiosas publicaciones.
Se trata de tiradores que reciben el gesto de la mano al asirlos como si fueran a formar parte de ella. Son tiradores elegantes y juguetones que lo mismo se alargan como funcionales asas metálicas que se concentran en cilindros, cuadrados o caprichosas formas onduladas, sin perder un ápice de su funcionalidad ni de su atractivo. Ya sea en mate o con especial brillo, se trata de pequeñas piezas que dan el toque definitivo a las puertas como si de las firmas del autor de una obra de arte se tratara.
¿Y qué pasa con los clásicos? ¿Ya no son tendencia?
Por supuesto que sí, los clásico permanecen año tras año, temporada tras temporada como referentes del buen gusto y faros de nuevos matices y transformaciones porque, que nadie se llame a engaño, los clásicos también se renuevan.
Las últimas tendencias ofrecen para cocinas clásicas tiradores de metal renovados que consiguen un efecto decorativo de permanencia, de seguridad, de estabilidad que en absoluto se opone a que, por ejemplo, el resto de herrajes de los muebles y los materiales con los que están fabricados, sean el último grito en innovación. Los clásicos perduran como ejemplo de continuidad y anclaje a la vez, una imagen sobria y consistente en la que los tiradores dan el toque de gracia. ¿Un ejemplo? Las conchas, esos tiradores que lo mismo puedes encontrar en un mueble de inspiración colonial que en otro de estilo victoriano. Insistimos, los clásicos, también se renuevan.
Y hablando de muebles de inspiración tropical, sí, sí, los mismos que empezaron a llegar hace un par de décadas y ahí siguen. Ya no son novedad, es cierto, se han convertido en algo mejor, en un estilo consolidado que se ha establecido definitivamente como una tendencia más que se renueva en cada temporada y, con ellos, los tiradores metálicos de imitación de fibras vegetales o madera que desatan pasiones tanto entre los enamorados del estilo colonial como entre los inquietos amantes de los contrastes, otra tendencia que merece ser destacada.
Pueden ser en forma de asa de maleta, de trenzado de rafia o de vara de bambú. Pueden ser clásicos de porcelana, étnicos, de colores o de madera. Pueden llevar inscripciones, dibujos o incrustaciones.
No importa, independientemente de su forma y de los materiales con los que hayan sido fabricados, los clientes que buscan su propio estilo, su sello personal, los golosos innovadores, los que inhalan el aroma de las tendencias para convertirlas en su estilo exclusivo, saben que los tiradores se convierten en el toque que marca la diferencia, independientemente del mueble al que se incorporen, el resultado ya nunca será el mismo que el que parecía previsible antes de que aparecieran en escena.