Fabricante español de bricolaje con más de 30 años de experiencia internacional

¿Cómo se llega a formar parte del selecto grupo de los mejores?

Partiendo de la línea de salida, con la energía y potencias necesarias, y modulando la velocidad y la carrera a lo largo del largo recorrido de vida empresarial que se aspira a tener por delante. Y más allá, por supuesto. O te formas y entrenas o estás perdido.

Y no se puede correr solo si se aspira a un lugar en la lista de las mejores y más reconocidas empresas de herrajes decorativos del mundo. Cuando se toma la decisión de ir a por todas, el equipo es imprescindible. Y no vale cualquier equipo.

Reunión Industrial, REI, el fabricante español de bricolaje con más de 30 años de experiencia internacional y en constante transformación y crecimiento, es el ejemplo perfecto para ilustrar la teoría.

Reunión Industrial se dedica al diseño, producción y comercialización de complementos para los sectores de bricolaje, decoración y mobiliario desde 1986 dejando, desde entonces, una estela de crecimiento y ampliación de horizontes, creativos y geográficos, que lo ha colocado en los primeros puestos internacionales en su especialidad. Esa es la teoría y tras una teoría con semejantes resultados ¿Quién se puede resistir a la práctica?

¿Cómo ha llegado REI a convertirse en referente nacional e internacional en la venta de herrajes decorativos? ¿Cómo ha conseguido un crecimiento en exportaciones que, desde 1996, ha conseguido presencia destacada en más de 45 países y más 5.000 clientes en todo el mundo?

Invirtiendo en equipo humano, modulando el crecimiento, asumiendo riesgos e implementando la tecnología necesaria. Hasta ahí, todo bien, las mentes medianamente curiosas ya tienen una respuesta, pero sabe a poco. ¡Que corra la información en abundancia y que se sacie la curiosidad de todos!

Pongámonos la escafandra porque vamos a profundizar. REI ha creado de base un equipo humano formado profesionalmente, dinámico y proactivo y lo ha preparado para asumir y afrontar los retos que, como empresa de herrajes decorativos, se ha propuesto asumir. Un equipo formado por más de cien personas distribuidas en los diferentes puestos de sus cuatro plantas de producción en las que se lleva a cabo desde el diseño de artículos, prototipado, confección de moldes, fundición y torno de metal, hasta su envasado para el punto de venta.

REI controla el proceso absolutamente.

La vida es movimiento constante y una exitosa gestión empresarial ha de ir por delante de ese movimiento, anticipándose a los cambios tecnológicos, estéticos y económicos que se produzcan o se puedan producir. Para conseguir ese nivel de lo que podríamos sin duda calificar de ÒNirvana empresarialÓ, además de una sólida y realista planificación a corto, medio y largo plazo, es preciso coordinar factores que se diría antagónicos como la previsión y el riesgo, factores indispensables que, si se logran convertir en aliados, nunca defraudan.

Por ejemplo, decisiones como las tomadas por una empresa como REI, que acepta el reto de ser referente, de estar consolidada pero, a la vez, avanza un movimiento discordante como la ampliación del catálogo anualmente, presentando 300 novedades, por encima de los canónicos dos años de rotación de herrajes decorativos en grandes superficies. Eso es adelantarse a la tendencia y convertirse en tendencia, así de sencillo.

REI ha asumido el reto, lo ha llevado a cabo y ha ganado más presencia, reconocimiento y, por supuesto, beneficios. No en vano, REI cuenta con prestigiosos galardones de reconocimiento internacional como el German Desing Award o el Good Desing Award del Museo de Arquitectura y Diseño de Chicago.

¿Qué otros retos es necesario asumir actualmente para ser referente en la fabricación y venta de herrajes decorativos?

No es necesario hablar en plural aunque se trata de un reto que incluye otros una vez que se asume, hablamos del reto tecnológico, de la transformación digital. No se puede estar en la cima de un sector empresarial en la segunda década del siglo XXI, al margen de la digitalización, por muy vintage que pueda parecer y muy de moda que estén el encaje de bolillos, el ganchillo o la cerveza sin filtrar.

REI lo sabe y sus clientes también, la empresa española de referencia internacional en la fabricación de una amplia gama de elementos decorativos que van, desde tiradores para muebles, hasta topes de puerta, pasando por colgadores y perchas, patas para mesas y muebles o pequeños accesorios para el mueble y la decoración, ha traspasado la frontera de la revolución tecnológica y ya está al otro lado, trabajando con los mejores recursos tecnológicos en todos sus departamentos, y eso se nota en la gestión de clientes, de productos y, finalmente, en los resultados. Es un camino de una sola dirección y conduce a la confianza y al éxito.

Una senda que REI recorre, además, con pasos firmes en un momento en el que la sostenibilidad se ha abierto, por fin, camino en todos los ámbitos. En todos pero no para todos porque REI trabajaba ya en perspectiva de sostenibilidad y protección ambiental mucho antes de que los duros oídos del imaginario empresarial se ablandaran.

También en responsabilidad cívica medioambiental, REI, ha sido y es vanguardia distinguiéndose por la aplicación temprana del reciclaje de residuos; de una estrategia ecológica de envases; de un control constante de la calidad del aire; de la depuración y reutilización de las aguas industriales y también, de una gestión negativa en contaminación del suelo y en contaminación acústica. No triunfa quien llega a la cima sino quien consolida, paso a paso, sus avances y, tras coronar, descubre otras cimas y se embarca en la aventura de conquistarlas.

REI inició ese camino hace tiempo, anticipándose a la competencia, y sus hitos y marcas forman ya parte de la historia de las empresas españolas de mayor proyección internacional: calidad, profesionalidad, creatividad, sostenibilidad y la fascinación por el trabajo bien hecho, son sus cartas, no es raro que gane, lleva repóker.