¿Por qué son importantes los catálogos para los fabricantes de muebles?
Lo primero es lo importante y lo importante, ha de ir al principio: es necesario afirmar con rotundidad que ya no se puede hablar de un catálogo, así, en singular.
Ahora son necesarios, por lo menos, dos catálogos: uno físico y otro digital.
Tus productos son los mismos pero la manera de presentarlos y la interacción con los clientes, no.
El primero es necesario porque estamos en plena transición al mundo digital y porque, probablemente nunca desaparecerá aunque vaya cambiando y transformándose hasta encontrar la mejor versión en su formato.
El segundo, porque el medio digital ofrece velocidad, accesibilidad y una renovación constante sin precedentes.
Seguramente, ambos catálogos acabarán siendo complementarios pero, entre tanto, no tomemos decisiones precipitadas que nos puedan llevar a creer que podemos prescindir de uno de los dos por considerar que, con el otro, es suficiente.
Dicho lo anterior, ¿por qué son importantes los catálogos para los fabricantes de muebles? Porque tu catálogo como fabricante de muebles, eres tú.
Como fabricante de muebles, y si tu catálogo está correctamente proyectado y diseñado, mostrará lo que eres, lo que tienes y los servicios que ofreces; será una prolongación de tu negocio, un espejo amplificado y constante en el que tus clientes podrán ver reflejadas las soluciones a sus necesidades, a sus proyectos y, cómo no, a sus caprichos.
Un buen catálogo de muebles es una varita mágica capaz de envolver al cliente en un ambiente tan agradable, tan seguro y tan eficiente como si se encontrara en tu tienda de muebles y aún más.
Es un recurso con el que cuentan para, sin moverse de casa, disfrutar, imaginar su proyecto y tener a mano las soluciones que necesitan para llevarlo a cabo, aquellas que surgen en el camino y otras que ni se plantean que puedan necesitar.
Tu catálogo de muebles es una constante fuente inspiradora, segura y confiable en un mundo de incesantes cambios que, además, se suceden a velocidades de vértigo. Tus clientes los necesitan desesperadamente para parar el tiempo, para encontrar el producto que buscan, para elegir sin presión, para seleccionar lo mejor. ¿Te parece que eso los hace lo suficientemente importantes?
El escenario no puede estar más ajetreado. Por aquí, innovaciones constantes en materiales y productos. Por allá, modas pasajeras y golpes de efecto de temporada que refrescan el ambiente sin modificarlo demasiado.
Y, sobre todo y por todas partes, tendencias que acaban por convertirse en permanentes y que es necesario incorporar a tu producción industrial. Tendencias bienvenidas como las mejoras tecnológicas y las certificaciones de sostenibilidad que garantizan un proceso de producción respetuoso con el medio ambiente y sirven, además, para reconocer públicamente tu implicación y aportación en la lucha contra el cambio climático y sus consecuencias.
Una realidad sobre la que tus clientes están, cada vez, más informados y con la que, cada vez, están más comprometidos.
Antes de antes, cuando la tecnología no nos había traído el e-commerce y comenzaba a despuntar el negocio de la venta a distancia, los catálogos y la actualización de los mismos, ya ocupaban un lugar preferente en la estrategia comercial de tu empresa de fabricación de muebles.
Ahora, en esta sociedad híper conectada en la que nos desenvolvemos constantemente y cada vez con mayor soltura, o tus catálogos están actualizados y son funcionales o, sencillamente, eres invisible.
No porque tus productos no tengan una factura impecable o no estén al cabo de las últimas tendencias; nada que ver con el corazón productivo de tu empresa.
Es, sencillamente porque si la cara es el espejo de ese corazón, o del alma como dice el dicho, la tuya no es visible. Por más que te empeñes, sin un catálogo en condiciones, no existes.
Seguramente ya ha quedado suficientemente claro que de la calidad del catálogo de tu fábrica de muebles depende, literalmente, la existencia de tu empresa. Estamos contigo y, por eso, vamos a proponerte una serie de directrices para que tu catálogo te represente, realmente, como tú y tu empresa merecéis ser representados.
Lo primero es facilitar al cliente el trabajo de identificar vuestra empresa. Recuerda que la competencia está desbordada y subiendo y que una imagen de marca sólida, creativa, responsable y sostenible puede marcar la diferencia entre seguir en el campo de juego o desaparecer de él para siempre.
La imagen de marca y una portada de acceso sencillo, son dos recursos de incalculable valor para ganarte una posición reconocida y valorada.
Es necesario partir de una idea concreta que cohesione vuestra forma de trabajar, esa que da unidad a tu fábrica de muebles, la que, por encima de otras, destaca y os identifica por vuestro campo de especialización en el sector; por vuestro compromiso medio ambiental y sostenible; por vuestra constante apuesta por la vanguardia en diseño y materiales, etcétera.
Por supuesto que es más que probable que todas ellas os identifiquen pero es necesario destacar una y convertirla en eje de un catálogo que, como segundo consejo, ha de tener calidad, ser funcional y ofrecer al cliente todos los servicios que pueda necesitar.
Un buen catálogo ha de ser como un buen libro: prometedor al inicio, seductor en el interior y cumplidor al final.
No importa si hablamos del catálogo físico o del virtual, sigue las reglas elementales y comprobarás que tu cartera de clientes aumenta y con ella tus beneficios y tu posición en el mercado.