¿Qué rotación deberían de tener los productos de una fábrica de muebles de cocina?
La pregunta es clara y directa, se nota la intencionalidad, busca una respuesta tan concreta como contundente.
Sin embargo, para responderla con la transparencia que merece la honestidad con que la pregunta ha sido formulada, solo podemos dar una contestación: no existe respuesta absoluta.
Que no cunda el pánico, no merece la pena por una sencilla «s» que puede llamar a curiosidad, confusión o a rebato, depende de si la necesidad por conocer una respuesta es imperiosa, como ocurriría en el caso de un debutante, o, sencillamente, se trata de la búsqueda de un consejo, por parte de un departamento comercial, para mejorar al máximo la gestión de la rotación de los productos de su fábrica de muebles de cocina.
¿Una sencilla «s»?
Sí, o lo que es lo mismo, un plural porque no hay una respuesta, sino varias, varias respuestas, de ahí la «s» en cuestión.
Los productos de una fábrica de muebles de cocina están sujetos a múltiples elementos que condicionan su rotación y que pueden ir desde su nivel de producción a demanda, pasando por la disposición en tienda, y el tamaño de ésta; la cuantificación de la fidelidad de los clientes o, incluso, por el carácter conservador o innovador del equipo comercial y de logística.
Como para no pensar en plural ¿Respuesta? ¿Sin «s»? Eso sería como pensar en blanco y negro y no, ahora hay que pensar en color y cuanto más variada sea la gama, mejor para el producto. Bienvenidos los plurales y la capacidad para gestionar los diferentes elementos.
La respuesta técnica, la teórica, simplificando, la de manual; nos dice que la rotación óptima de los productos de una fábrica de muebles de cocina, se sitúa en torno a los dos años, teniendo en cuenta la experiencia sobre los cambios en el ciclo del vida del mismo: diseño, producción, demanda, renovación y/o retirada de stock. Eso está muy bien hasta que, en esta vorágine de tendencias en la que nos movemos, surge una situación como esta:
-Toc, toc
-¿Quién es?
-Soy el estilo de décadas pasadas ¿alguien me ha llamado?
-¡Ah, vintage! Pasa, pasa que te hacemos hueco de inmediato.
Esa es la plantilla, a partir de ahí, las combinaciones son tan variadas como las sinergias que se establecen en los equipos comerciales; entre estos y los distribuidores y, en general, en la línea de negocio de la empresa de fabricantes de muebles, que puede seguir distintos caminos: transitar por una senda segura, con una demanda ajustada a su oferta; sorprender con novedades anuales; u optar por una mezcla personalizada de ambas posibilidades para una parte concreta de sus productos, una que siga la estela de innovación y renovación constante que, a poco que nos asomemos al balcón de la realidad, vemos que marca el ritmo de los tiempos.
Inapelable: la sencilla «s» de los plurales va a definir la filosofía de la empresa y viceversa.
Y ese plural incluye la imposibilidad de avanzar en solitario, hace falta contar con compañeros de viaje con una filosofía de empresa similar. Fabricantes de herrajes decorativos y fabricantes de muebles de cocina tienen que formar un equipo compacto y comprometido.
Estamos hablando de un equipo que contempla un horizonte en cambio constante y diseña estrategias adaptables a esos cambios. Un equipo de fabricantes de muebles y fabricantes de herrajes, que no se atiene, solo, a un patrón de comportamiento teórico pero que lo tiene en cuenta y trabaja más allá de él.
Este equipo piensa en presente y futuro y contempla el peso específico de todos losactores, por ello asume que es necesario llevar a cabo tácticas que permitan desarrollar proyectos en diferentes escenarios y para ello, piensa en corto, medio y largo plazo.
¿Cómo incide esa filosofía en la rotación de los productos de una fábrica de muebles de cocina?
Con atrevimiento.
Y con confianza, la que da una estrategia diversificada que va más allá de las paredes del propio negocio y cuenta con los clientes, con todos, los más fieles y previsibles; los intermitentes y recientes; los que están en búsqueda permanente de lo último de lo último y, por supuesto, aquellos que buscan lo exclusivo como signo de identidad. Es interesante aplicarse en los dos últimos, especialmente, a la hora de valorar ciertas innovaciones en la rotación de productos porque son la savia nueva para el funcionamiento de una empresa en movimiento real y constante.
La empresa que logra captar y fidelizar a los clientes más inquietos y vanguardistas con productos de calidad y servicio exquisito, sufre un proceso inmediato de transformación, de crecimiento y prestigio que puede catapultarla y consagrarla, para siempre, entre las mejores.
La que decide apostar por lo seguro tiene ante sí otro paisaje, el suyo, probablemente un panorama seguro, sereno y cotidiano, como de pintura campestre del siglo XIX, sin procesos de transformación, sin catapultas ni consagracionesÉpero con fecha de caducidad.
Volvemos a la sinergia.
La rotación de los productos en una fábrica de muebles no es una ciencia exacta y el movimiento es su aliado. Una estrategia de rotación personalizada que, por ejemplo, mantenga los dos años, pero proponga a los clientes posibilidades de temporada alternativas que complazcan a los más inquietos y proyecten una imagen dinámica del catálogo de la empresa. Se sale del cuadro, es cierto, no encaja del todo con las clásicas rotaciones milimétricamente calculadas y estables.
Pero es que la estabilidad ya no es lo que era y la rotación de productos tampoco.
El reto es dar pasos hacia adelante con los cimientos bien plantados en lo aprendido, sin desperdiciar recursos que han funcionado hasta ahora, pero avanzando desprendiéndose de algunos singulares y pensando en equipo y en plural.